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Nuestra Historia

Academia Smart nació en Argentina, desde la incomodidad. Desde ver colegas brillantes sin ingresos, pidiendo permiso para facturar, y trabajando más que nunca… para otros.

Tatiana Albarenque, Fundadora y CEO, abogada, con 17 años de experiencia en derecho laboral, durante años trabaje duro, hasta que entendí que lo que me agotaba no era la profesión, sino la forma en que me enseñaron a ejercerla.

Creé un modelo rentable y estratégico, que me permitió escalar, mensualizar procesos, delegar con confianza y vivir de mi profesión sin jefes ni horarios.

Y decidí compartirlo.

Así nació mi primer curso: Mastery en Reclamos Laborales + Ley de Bases, con todo el paso a paso que me hubiese gustado que me enseñen cuando estaba empezando a perder la fe en la abogacía.

Ese curso no solo funcionó: encendió una revolución.

De a poco, más colegas se sumaron, empezaron a cerrar acuerdos, a cobrar honorarios, a dejar trabajos de dependencia, a elegir su tiempo, su forma y su precio. Y ahí supe que esto no era un curso más. Era una comunidad.

Por eso fundé Academia Smart LLC en el Estado de Florida (EE.UU.), para expandir este modelo de formación, con una plataforma moderna, internacional, y pensada para el mundo que viene: sin techos, sin fronteras, sin límites.

Hoy, somos muchas abogadas construyendo una nueva forma de ejercer, cobrar y vivir la profesión.
AB0,000,000 no es un eslogan. Es una identidad.

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Nuestra Misión

Empoderar colegas abogadas y abogados, a vivir de su profesión, con estrategia, libertad y rentabilidad real.

Ofrecemos formación online directa al grano, sin vueltas ni teoría vacía, para que cada colega que se sume pueda tomar decisiones informadas, captar casos con confianza y hacer de la abogacía una profesión que se cobra y bien.

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Nuestra Visión

Ser referentes en formación legal online en habla hispana, liderando una nueva era donde la abogacía se ejerce con propósito, libertad y comunidad.

Soñamos con un ecosistema digital donde miles de abogadas puedan dejar atrás la precarización, romper techos de cristal y construir carreras sin pedir permiso.

Porque la libertad no solo es posible: es más rentable.

TESTIMONIOS